PSICOLOGIA PERINATAL

Recibir óvulos de una donante

Tubo de ensayo con la palabra ovodonación escrita

De los datos del registro de actividad de Reproducción Asistida que ofrece la Sociedad Española de Fertilidad del año 2018, podemos estimar que aproximadamente un tercio de los nacidos mediante fecundación in vitro provienen de ciclos con recepción de ovocitos. Oculto por el enorme tabú que genera, se trata de un tratamiento mucho más común de lo que se suele pensar. 

La recepción de ovocitos puede despertar reacciones muy diferentes en las mujeres y así se han hecho eco algunas de ellas a través de sus relatos. Mientras que para María Fernández Miranda en su libro No Madres, es una línea roja que no se plantea cruzar, para Samanta Villar y como explica en Madre hay más que una, la opción tubo buena acogida desde el primer momento.  Diferente es el caso de Silvia Nanclares, quien en su libro Quien quiere ser madre explica que la aceptación fue un camino arduo y como especialmente la instrumentalización de las donantes la confrontó con su posición feminista. 

¿Se parecerá a mi? ¿Lo querré igual? ¿Podría arrepentirme? Estas preguntas y muchas más pasan por la cabeza de una mujer antes de optar por estas técnicas. La recepción de óvulos produce miedo por el desconocimiento de la genética del óvulo así como incertidumbre respecto al parecido o a los sentimientos de extrañeza y arrepentimiento que se pueden despertar. 

El negocio de la reproducción asistida lo sabe y por eso han ido surgiendo estrategias para dar respuesta a estas necesidades de seguridad, ofreciendo servicios que respondan a las necesidades de seguridad de la mujer receptora e intentando evitar así que se eche atrás. Para eso han creado programas de escaneo facial  con los que la mujer receptora puede sentirse más tranquila al asegurarle que comparte rasgos faciales con la donante o de cribado genético para poder afirmar que la donante no tiene enfermedades genéticas que aportará a la descendencia. Recurrir a la epigenética para consolar a la mujer receptora explicándole de que tiene un papel clave en la expresión genética del ovocito también forma parte frecuentemente del márquetin de la recepción de ovocitos. 

Desde mi enfoque, afrontar el duelo genético, la pérdida del parecido físico o  la incertidumbre de sentir la presencia de una tercera parte implicada, son una oportunidad para poner sobre la mesa las representaciones de la maternidad basadas en el parecido o la posesión, para preguntarnos profundamente por el significado que le damos a la maternidad y puede ser el primer paso para iniciar un proceso de auto escucha y exploración.  A mi entender, una vez hemos optado por el uso de esta técnica, no se trata de cerrar los ojos y comprar una seguridad que luego podríamos ver tambalear, si no de sentarnos a resignificar la maternidad. Es importante acoger esta opción de la manera más sana y natural posible ya que llegará el día en que tendremos que compartir las decisiones que tomamos con nuestros hij@s, y  revelarles a los nacidos el haber empleado un óvulo de una donante. 

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